Blanqueamiento

Con el paso del tiempo, los dientes envejecen y se oscurecen, acumulando tinciones por alimentos, bebidas y hábitos como el tabaco. Gracias al blanqueamiento, podemos devolver la luminosidad perdida a tu sonrisa sin dañar ni alterar los dientes, blanqueando el esmalte del diente.

Existe la opción de hacer el tratamiento en casa (aplicando un gel con un agente blanqueador de forma eficaz, segura y personalizada) o combinado. Es un tratamiento indoloro en el que usamos “opalescence” uno de los productos líder que ofrece unos resultados excelentes.

En el caso del ambulatorio, preparamos unas férulas a medida donde se coloca el gel y entregamos un kit de ocho jeringas de peróxido. En la primera visión, valoramos el tono inicial y al que podemos llegar.

Es importante saber que previamente realizaremos una revisión bucodental para descartar otras patologías que son incompatibles con el tratamiento. Debemos tener en cuenta que las coronas, puentes, obturaciones y carillas nunca se blanquean.

Como efecto secundario relativamente común, en ocasiones puede aparecer la sensibilidad dental desapareciendo al finalizar el tratamiento.

La durabilidad del tratamiento depende de cómo nos cuidemos los dientes, los hábitos y alimentos que ingerimos.